Tener
hijos a los que les gusta leer mucho constituye una gran ventaja, pero
debemos seguir atentos para que la afición permanezca, Siempre podremos
hacer algo más para ayudarles a evolucionar como lectores y afianzar el
hábito que están adquiriendo.
Nuestro
ejemplo, nuestro consejo y orientación siguen siendo necesarios en la
elección de lecturas y en la formación de un criterio propio y de una
visión crítica y personal sobre los libros.
En
esta labor, podemos tomar alguna iniciativa más: la suscripción a
revistas infantiles y juveniles que incluyan reseñas de libros; la
lectura de suplementos de periódicos dirigidos a estas edades; la
consulta de servicios especializados en Internet donde se presentan
novedades o se proponga la participación en foros sobre los libros; el
acercamiento progresivo hacia la literatura de adultos, leyéndoles
algunos pasajes de nuestros libros o comentando lo que estamos leyendo
nosotros; la creación de un club de lectura con sus amigos, para
intercambiar libros o discutir sobre sus gustos literarios...
Otra
posibilidad para los pequeños muy aficionados a la lectura, y quizás
también para los no tan pequeños, es orientarles hacia la escritura: ¿te
gustaría escribir aventuras semejantes a las que estás leyendo?. Con
alguna indicación por nuestra parte, pueden aprender a crear historias y
compartirlas con los amigos.
Sea
cual sea el nivel de lectura de nuestros hijos, debemos seguir cerca de
ellos, porque el hábito de la lectura se construye paso a paso. La
pasión por los libros hay que seguir alimentándola de manera constante.
Leer te da más. Guía para padres Secretaría General de Educación y Formación Profesional. MECD. Madrid: MECD, 2002
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