sábado, 5 de noviembre de 2011

UN CUENTO CALENTITO PARA ESTE FRIO OTOÑO



MARIA LA CASTAÑERA Olívia Valls Moya

Cuando llega el tiempo de recoger castañas...también llega el otoño... ni frío... ni calor. En lo alto de una montaña había una casa, y dentro de la casa vivía la castañera que dormía. La castañera se despertó y se comenzó a vestir: primero la camisa, que le iba pequeña. Después, la castañera se pone la falda, que le hacía campana. Finalmente, la castañera se pone los zapatos, que le hacían "cloc-cloc" y al bailar siempre giraba así ... Una mañana, la castañera con un pañuelo en la cabeza, salió de su casa y fue al bosque con una cesta colgada en el brazo. Cuando llegó al bosque, la castañera vio castañas por todas partes. La castañera sacudió un árbol para que cayeran las castañas ... pero no cayeron.

Muy preocupada, la castañera pidió ayuda a su amigo el gigante del castaño, que era muy fuerte. El gigante del castaño sacudió un árbol lleno de castañas: - a ver quien gana, si el gigante o la castaña. ... y cayeron: 1, 2, 3, 4 y 5 castañas. El gigante del castaño, otra vez, sacudió otro arbol: - a ver quien gana, si el gigante o la castaña. ... y volvieron a caer: 1, 2, 3, 4, y 5 castañas. Finalmente, el gigante del castaño sacudió el último árbol ... - a ver quien gana, si el gigante o la castaña. ... y para acabar cayeron: 1, 2, 3, 4 y 5 castañas más. Ahora la castañera, ya podía rellenar de castañas su cesta y su delantal.

La castañera, contenta, se puso en camino hacia la plaza de la ciudad donde tenía su parada. Un gato, que se llamaba Marrameu, ayudó a la castañera a tostar las castañas que serían para todos los niños y para todas las niñas.