domingo, 26 de mayo de 2013

EL CUENTO DE HUELLITAS



Hace mucho, mucho tiempo, en la Prehistoria, los niños y las niñas vestían con
muy poquita ropa: la ropa de abrigo se la fabrican ellos con pieles de animales y
telas que preparaban sus papás, como Huellitas:
-Hola chicos. Yo, hace mucho mucho tiempo vivía con mi familia en un monte, con mi padre Paleo con mi madre Luna. Muchas veces, nos reuníamos con otras familias y amigos para coser ropas y bolsos y para fabricar lanzas con palos y piedras. Las lanzas las utilizábamos para cazar. También preparábamos cestos  con ramas de los árboles, para poder guardar los frutos silvestres que recolectábamos en el campo.
Nuestras casitas no eran como las de ahora: a veces vivíamos en cuevas, y otras
veces, en tiendas de campaña hechas con pieles y palos.
Un día por la noche, los mayores hicieron fuego al lado de nuestra casita, para
no tener frío. A media noche escuché ruidos... y no podía dormir.
Mi mamá se levantó y me dijo que un ciervo nos había hecho una visita, pero
cuando vio el fuego, se marchó muy rápido. Así que el fuego que hacían por las
noches mi papá y mi mamá, también servía para ahuyentar a los animales.
Al día siguiente fui corriendo a contárselo a mis amiguitos y me dijeron que ellos
también lo habían escuchado. Vivimos todos muy cerquita, ¿sabéis?, y jugamos
mucho, con piedras, con palos, con los árboles, con los caracoles, las hormigas y
corriendo por el campo.
Por la noche, mi familia me dijo que al día siguiente debíamos de partir hacia
otro lugar, porque nuestra casa, no estaba siempre en el mismo sitio, ¿sabéis?
Cada cierto tiempo nos vamos a otro lugar y la volvemos a construir o buscamos
otra cueva. Esto ocurre cuando se acaba la comida en un sitio. Entonces,
cogemos nuestras cosas y nos vamos a otro lugar donde encontrar comida de
los árboles, y de la tierra.
Allí, volvemos a construir nuestra tienda o buscamos una cueva en la que podamos vivir durante un tiempo.
Sí: nosotros somos los encargados de buscar la comida, porque no hay tiendas ni
ningún sitio donde podamos comprarla. Además, para ir de un lugar a otro
íbamos andando, ¿sabéis?, no en coche, ni en bici. Ahora todo eso ha cambiado ¿verdad?, pero yo he venido para contaros cómo vivíamos nosotros hace mucho mucho tiempo.
 Otro día volveré y os contaré muchas más cosas y aventuras que me ha pasado con mis amigo.
Autor.. Pedro Pablo Sacristan