domingo, 24 de diciembre de 2017

domingo, 17 de diciembre de 2017

RELATO GANADOR DEL "RÍO QUE NOS LLEVA"

Hola, ¿qué tal?, ¿estáis ahí? .Creo que sí… Entonces, os narraré mi historia.
Soy un tronco de pino que brotó hace veinticinco años en un bosque del Alto Tajo; pero cuidado no soy un tronco como los demás, me hice famoso con ayuda de unos gancheros - hombres que vestían de negro y blanco que, además eran unos fantásticos equilibristas-, de los cuáles José Luis Sampedro escribió una interesante novela: “El río que nos lleva”.
Con veintitrés años ellos me separaron de mis raíces en la Escaruela – que es como una cascada escalonada que forma una hoz-, y me condujeron por el curso del río Tajo , con ayuda de un palo que poseía un gancho en su extremo.
Pasamos por numerosos pueblos o parajes cercanos: Poveda de la Sierra, Peñalén, Zaorejas, Taravilla, Peralejos de las Truchas, Entrepeñas….no sé si me dejaré alguno, no es mi intención ; hasta alcanzar nuestra meta y único destino: Aranjuez.
Una vez en Aranjuez me recibieron con una gran algarabía y ambiente festivo como si fuera la llegada a la meta de una competición. Me trasladaron a la serrería, donde tras un largo proceso hicieron de mí un bonito aparador.

                                 Autora:LUCÍA FUSI GORDÓN MARTÍNEZ  6º  de Primaria CEIP BADIEL

miércoles, 6 de diciembre de 2017

Relato corto sobre El río que nos lleva de José Luis Sampedro

Primera hora del colegio de un lunes ,y empezamos bien , tenemos Lenguaje. Una de las asignaturas que menos me gustaban , y para colmo estaba medio dormida y en las nubes.
De repente escuché la palabra “narrativa” y bajé  de mis sueños para poner los pies en la Tierra. La clase había terminado y recordé lo que había escuchado, la narrativa era uno de los géneros literarios más importantes y   bla, bla, bla……y la novela pertenece a este género. El caso es que hice memoria de una novela de José Luis Sampedro :”El río que nos lleva” ,publicada en 1961.Trataba de los gancheros que transportaban elevadas cantidades de troncos sueltos por el curso del río Tajo hasta Aranjuez. Al frente de la ganchería se encontraba el «maestro de río», quien dirigía a todo el grupo de gancheros, compuesto fundamentalmente por tres compañías: la delantera, la de en medio y la zaga. Todos ellos llevaban como única herramienta un bichero y su pertrecho tradicional. La pericia del ganchero y su conocimiento del río eran de vital importancia.

Actualmente se recrea este oficio , pero era el duro modo de la vida rural en la Serranía de Guadalajara.




Autora :Lucía Fusi Gordón Martínez de 6º de primaria.CP Badiel

Finalista que intervendrá el día 15 de diciembre a las doce en el programa de la COPE grabado en directo desde  la Diputación de Guadalajara.

lunes, 4 de diciembre de 2017

¡SANTA ME HAN ROBADO!


Valor Educativo Desprenderse de lo material
Idea y enseñanza principal Se consigue más satisfacción, y más verdadera, al dar algo a los demás que al recibirlo

Ambientación Un lugar en el Polo Norte

Personajes Un marciano, Santa Claus y unos niños


Marcianoto llegó volando en su nave espacial. Estaba emocionado porque por fin había obtenido permiso para visitar la Tierra de nuevo. Ya había estado antes, pero la última vez montó un lío tremendo: se había transformado en un tipo llamado Albert Einstein y en unos pocos días reveló muchos secretos de los extraterrestres. Por eso llevaba años castigado sin volver.
Esta vez tendría mucho más cuidado. Para no transformarse en nadie conocido decidió aterrizar en el lugar más apartado del planeta. Era un lugar frío y blanco en el que solo había una casa, y dentro pudo ver a un anciano solitario.
- Me transformaré en este anciano. Este sí es imposible que sea famoso. Además, me encantan su traje rojo, su gran barba blanca, y ese saco enorme que tiene a su lado. Me servirá para guardar algunas cosas.
Pero en cuanto llegó a la ciudad un gran grupo de niños se abalanzó sobre él.
- ¡Quiero mi coche!
- ¡A mí dame una muñeca!
- ¡Yo quiero una consola!
Marcianoto estaba rodeado y asustado. No sabía qué estaba ocurriendo, y solo se le ocurrió ir sacando lo que llevaba en el saco para dárselo a los niños, que se marchaban felices. Pero la fila de niños era tan larga que pronto se quedó sin nada que darles, y tuvo que salir corriendo y esconderse.
Solo cuando se hizo de noche pudo salir. Estaba aterrado. No sabía cómo, pero estaba claro que había vuelto a elegir mal en quién se transformaba. ¡Otra vez!
- No me extraña que ese viejo viviera solo y escondido. Debe ser un famoso sinvergüenza ¡Le debe cosas a todo el mundo!
Así que volvió a la casa del anciano. Espió desde la ventana y descubrió una enorme montaña de juguetes.
- ¡Ahí es donde tiene las cosas que quita a los niños este viejo malvado! -pensó.
Y esperó a que se hiciera de noche y el anciano se fuera a dormir para entrar sin ser visto y llevarse los juguetes ¡Qué suerte! El viejo ponía etiquetas con los nombres, y hasta tenía una lista de nombres y direcciones.
- Por fin voy a poder hacer algo bueno en la Tierra. Llevaré cada uno de estos juguetes a su dueño.
Aunque eran muchos niños, su nave tenía supervelocidad y podía empequeñecerse. Por eso consiguió devolver todos los regalos antes de que fuera de día. Cuando terminó y se dispuso a dormir en su nave, se sentía contentísimo de haber hecho justicia.
- Menuda sorpresa se va llevar ese viejo ladrón…
Pero la sorpresa se la llevó Marcianoto cuando despertó. El viejo volvía a tener una montaña de juguetes en su casa.
- Ah, este ladrón es astuto, malvado y muy rápido. No sé cómo habrá recuperado todos los juguetes en un día, pero da igual: esta noche volveré a dejárselos a sus dueños.
Y pasó la noche repartiendo juguetes. Pero al día siguiente pasó lo mismo, y al otro lo mismo y así durante muchos días más. Marcianoto estaba extrañadísimo: ¿Cómo podía aquel viejo gordinflón robar tan rápido?
- Ya sé - pensó - debe tener cómplices en la ciudad que le ayudan. Iré allí disfrazado para descubrir qué pasa. Buscaré a quienes tengan peor cara; seguro que esos serán sus malvados compinches.
Pero en la ciudad todo el mundo estaba feliz. Y es que todas aquellas noches Marcianoto había estado haciendo de Santa Claus con su nave, repartiendo regalos. Y cada mañana los niños se despertaban con un nuevo juguete.
- ¿De verdad que nadie os roba los juguetes? - preguntó a varios niños.
- ¡Claro que no! Estos nos los trae Santa Claus.
- ¿Santa Claus? ¿Y es quién es?
- ¿Pero quién eres tú que no sabes quién es Santa Claus? ¿Un marciano? ja, ja, ja- le respondieron. Y entonces le explicaron que Santa Claus era un señor mayor con una gran barba blanca y un traje rojo, y que dejaba regalos a los niños la noche de navidad.
Marcianoto se moría de vergüenza. No solo había tomado a Santa Claus por un malvado delincuente, sino que encima ¡le había estado robando los juguetes! Volvió volando a la casa del anciano a disculparse, pero lo encontró muy enfermo. Santa Claus utilizaba su magia para volver a crear los juguetes, y al haberlo hecho tantos días seguidos se había quedado tan débil que ya no podía moverse.
¿Qué podría hacer? ¡Aquella misma noche era Navidad y Santa Claus no iba a repartir regalos! Marcianoto pensó rápido: hizo un vídeo de Santa Claus enfermo y usando la antena de su nave lo envió a todas las televisiones del mundo con un mensaje: había que devolver todos los regalos de aquellos días para que Santa Claus pudiera recuperar su magia y ponerse bueno.
Siempre pensamos que va a pasar algo que lo arregle todo. Y eso esperaba el pobre Marcianoto. Pero aquella vez nadie pudo arreglar nada: nadie se creyó el mensaje y Santa Claus no pudo entregar sus regalos.
Marcianoto pasó el día cuidando de Santa Claus. Anochecía cuando llamaron a la puerta. Era una niña que traía todos sus regalos.
- Me dan igual los regalos - dijo con una lagrimita-. Lo que quiero es que Santa Claus se ponga bueno.
-Yo también - dijo otro niño que venía a la cabeza de un grupo.
- Y yo… y yo…
Poco a poco fueron apareciendo niños y más niños, todos dispuestos a devolver hasta el último de sus regalos. La fila era interminable. Llegaban de todas partes y, según cruzaban la puerta, sus regalos desaparecían y Santa Claus se ponía un poco mejor. Cuando el último niño dejó sus juguetes, Santa Claus se pudo levantar y todos aplaudieron llenos de alegría. Parecía que nunca habían estado tan contentos.
Sin embargo, Marcianoto se sentía fatal.
- Lo siento muchísimo - dijo-. Al final por mi culpa todo el mundo se ha quedado sin regalos…
Se hizo un gran silencio y todos miraron al extraterrestre.
- ¡Qué va! -dijo finalmente una niña- Yo nunca había estado tan contenta en navidad. He podido curar a Santa Claus y ser yo la que le llevaba los regalos. Y ahora estoy segura de que es mucho mejor dar regalos que recibirlos.
Y entre risas y aplausos todos estuvieron de acuerdo en que esa lección era el mejor regalo que podían haber tenido ese año.


Autor..Pedro Pablo Sacristan

sábado, 11 de noviembre de 2017

UN ENFADO INCONTROLABLE


Valor Educativo Autocontrol y buen carácter

Idea y enseñanza principal Cuando actuamos presa de la ira y del enfado nos equivocamos con mucha facilidad. Controlarse en esas situaciones ayuda a evitar problemas mayores.

Ambientación Un reino dentro de un cuento

Personajes Un príncipe y un escritor



Había una vez un joven príncipe que tenía un secreto que ni él mismo conocía: siendo un bebé, había sido embrujado por un antiguo enemigo del reino. Era un hechizo muy extraño, pues su único efecto era que conseguía enfadar al príncipe cada vez que oía una palabra secreta.
Pero aquella palabra era tan normal, y estaba tan bien elegida, que siempre había alguien que la decía. Así que el príncipe creció con fama de enfadarse muy fácilmente, sin que nadie llegara nunca a sospechar nada.
Lo malo es que, como le pasa a todo el mundo, cuando se enfadaba terminaba metiendo la pata. Gritaba o hacía lo primero que se le venía a la cabeza, que casi siempre era la peor de las ideas. Y eso, en alguien que mandaba tanto, era un problema muy gordo. Sus errores causaban tantos problemas que el clamor de los habitantes del reino se elevó con tal fuerza que… ¡salió de su propio cuento! y un montón de diminutos personajes acabaron discutiendo con el escritor de aquella historia.
- ¿A quién se le ocurre ponernos un príncipe así? ¡Con lo bien que vivíamos antes!
- ¡Esto es injusto!
- Este escritor no tiene corazón ¡Se va a enterar de lo que es bueno!
- Ahora sabrá lo que es vivir con alguien así… ¡vivirá en nuestro reino hasta que lo arregle!
Y, entre gritos y protestas, los personajes secuestraron al escritor para llevarlo al cuento. Allí descubrió el sorprendido escritor lo duro que era aguantar los gritos del príncipe y sus decisiones precipitadas. Porque cuanto más se equivocaba, más se enfadaba, y más volvía a equivocarse. Intentó de todo para calmarlo, pero el hechizo funcionaba perfectamente, y solo consiguió llevarse gritos y castigos.
- Menuda tontería hice inventando aquel hechizo solo porque yo estaba enfadado ese día. Si hubiera escrito las palabras secretas o la forma de anularlo, ahora podría arreglarlo todo- se dijo el escritor-. Pero ya no controlo el cuento, y mucho menos el humor del príncipe…
Y vaya si no lo hacía. Ese mismo día estaba junto al príncipe cuando le atacó su mal humor. Al buscar alguien con quien desatar su furia se fijó en el escritor y este, muerto de miedo, solo pudo recordar las palabras de un viejo hechizo de congelación de uno de sus cuentos. Al instante el príncipe quedó encerrado en un enorme bloque de hielo y rápidamente el escritor fue apresado por los guardias. Estos lo dejaron allí mismo, delante del príncipe, para que recibiera su castigo cuando el bloque se derritiera.
Pero para entonces el enfado del príncipe ya había pasado, y aquella fue la primera vez en años en que uno de sus enfados no había provocado ningún problema. El príncipe era el primero al que molestaban las tonterías que él mismo hacía cuando estaba enfadado, y se sintió feliz de haber descubierto una forma de evitarlas. Los siguientes días mantuvo al escritor a su lado para que pudiera congelarlo cuando le llegaran sus enfados, y en unas semanas él solo aprendió a controlarse para no hacer ni decir nada mientras estuviera enfadado. De esta forma consiguió acertar en sus decisiones y el reino volvió a ser un lugar próspero y feliz.
¿Y el escritor? Pues aunque estaba feliz siendo famoso en el nuevo reino que ahora dirigía tan bien el príncipe, se dio cuenta de que tenía que arreglar muchas de las historias que había escrito mientras estaba enfadado. Y así volvió a su antiguo escritorio, con la firme intención de escribir y hacer las demás cosas importantes solo cuando estuviera de buen humor.


Autor.. Pedro Pablo Sacristan

miércoles, 1 de noviembre de 2017

MALETAS VIAJERAS EN INFANTIL

Ya han comenzado su andadura nuestras MALETAS VIAJERAS DE LECTURA en los cursos de Educación Infantil.
El jueves pasado las primeras familias recibieron este pequeño regalito para poder disfrutar toda la familia del placer de leer juntos.
Las maletas contienencuentos nuevos adaptados a la edad de los alumnos, revistas para pequeños y mayores, artículos para los padres y madres, recomendaciones de cuentos, la hoja para solicitar el carnet de la biblioteca pública y poder ver los documentos que tenemos que llevar para registrar a nuestros hijos, nuestra mascota que nos acompañará en las lecturas y finalmente, un librito en blanco para que cada familia pueda escribir lo que más les ha gustado, para poner fotos leyendo, dibujos...
Esperamos que disfrutéis con esta gran aventura.
Pero lo más importante es que todos transmitamos a nuestros hijos el PLACER DE LA LECTURA.
 Hay más tesoros en los libros que en todo el botín de la Isla del Tesoro

domingo, 29 de octubre de 2017

EL ZOMBI CAZAFANTASMAS


Valor Educativo Evitar prejuicios y racismo.

Idea y enseñanza principal Un simpático cuento para mostrar que no se puede dar por hecho que alguien sea de una manera solo porque haya nacido dentro de un grupo determinado

Ambientación El mundo de los montruos

Personajes Un zombi, un fantasma y un ogro


Cuento 

Patizombi era un zombi cansado de ser el malo de todas las historias. Y para demostrar que podía hacer cosas buenas, decidió salir a la caza de los malvados fantasmas.
Pero los fantasmas no se dejan ver fácilmente, y además son muy escurridizos. Solo después de muchos intentos fallidos, encontró un fantasma despistado flotando en el bosque. Se acercó con cuidado, preparó sus trampas, y saltó sobre él.
La lucha pareció terrible, hasta que Patizombi se dio cuenta de que estaba luchando él solo contra una sábana pegajosa que le tenía atrapado.
- ¡Ja, ja, ja, ja! ¡Has caído en mi trampa, malvado zombi!- rió un fantasma saliendo de su escodite.
- Ah, fantasma malvado- respondió. -Algún día te atraparé yo a ti.
- !No, no, no, no y no! - dijo muy ofendido el fantasma-. Disculpa, pero yo soy un fantasma bueno, y me dedico a cazar zombis malvados.
- ¡Eso sí que no!- protestó Patizombi- porque yo soy un zombi bueno, y soy yo quien caza fantasmas malvados.
Después de discutir un buen rato, comprendieron que ambos decían la verdad. Les pareció divertido y se hicieron amigos.
- Así que no todos los fantasmas son malvados…
- Ni todos los zombis…
- Pues podríamos unirnos para cazar ogros.
Y fueron formando equipo hasta las montañas, donde se escondían los peores ogros. Trabajando juntos rápidamente encontraron el rastro de un ogro que los llevó hasta una cueva. Como el ogro había salido, prepararon una trampa, pero mientras lo hacían una enorme piedra cerró la entrada, dejándolos atrapados.
- ¡Jo, jo, jo, jo! ¡Qué fácil ha sido atrapar a ese malvado zombi y su socio el fantasma!
- ¡Mentira! - protestaron desde dentro- No somos malvados. El único malvado eres tú y hemos venido a atraparte.
Una vez más la discusión duró hasta que todos estuvieron convencidos de que ninguno de ellos era un malvado.
- Nunca hubiéramos pensado que hubiera ogros buenos.
- Ni yo que un zombi y un fantasma no fueran malos.
- Está claro que, antes de cazar a nadie, tendríamos que asegurarnos de que sea un malvado...
Y así fue como descubrieron que muchas criaturas no eran malvadas, aunque tuvieran fama de serlo. Y que lo mismo pasaba con otras que tenían fama de sucias, ruidosas o molestas: solo unas pocas lo eran de verdad, y no se podía decir cuáles eran así sin llegar a conocerlas. De esta forma encontraron a muchos más zombis, fantasmas y ogros buenos que se unieron a su grupo de cazamalvados, y todos se fiaban de aquella policía del valle, que nunca trataba a nadie dejándose llevar por prejuicios y famas inmerecidas.


Autor.. Pedro Pablo Sacristan

VISITA A LA BIBLIOTECA PÚBLICA DE GUADALAJARA

LOS ALUMNOS DE 6º DE PRIMARIA  DEL COLEGIO BADIEL asisten con motivo del Día de las Bibliotecas a un encuentro con el autor del libro “PROHIBIDO LEER A LEWIS CARROL” de DIEGO ARBOLEDA.( Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2014).
Este libro narra la historia de Eugéne Chignon, una joven institutriz francesa que en 1932 viaja hasta Nueva York para cuidar de una niña, Alice, cuya desatada pasión por el mundo creado por Lewis Carroll ha provocado que sus padres le prohíban leer sus libros. 
La primera misión de Eugéne será evitar que Alice se entere de que Alice Liddell, la auténtica Alicia que inspiró a Lewis Carroll, ahora con ochenta años, va a visitar la ciudad para recibir un homenaje.
Eugéne Chignon comprobará que las extrañas casualidades, los personajes extravagantes y las situaciones absurdas no son solo patrimonio del País de las Maravillas, sino que se encuentran a menudo en nuestro mundo y especialmente en esa casa.
La comedia disparatada y los datos históricos (reales y a pesar de eso aún más disparatados) tienen cabida en esta novela, en la que el sinsentido, ese nonsense tan emblemático de Carroll, acaba teniendo mucho sentido.

 

lunes, 11 de septiembre de 2017

UNA VUELTA AL COLE PARA VALIENTES


Valor Educativo Valentía y simpatía

Idea y enseñanza principal La forma en que nos mostramos a los demás influye mucho en la manera en que nos tratan

Ambientación El colegio del bosque

Personajes Una conejita, su tía y los compañeros del cole


El curso estaba apunto de comenzar, y Cony la conejita estaba asustada porque ese año iría a una escuela nueva. Tanto, que el día de antes cavó una profunda madriguera y se encerró en ella.
- Yo no salgo de aquí. Seguro que hay animales malos en el nuevo cole. Y maestros que asustan.
Así que llamaron a la tía Eleonora, su madrina. Ella siempre sabía qué hacer.
- No te preocupes, Cony. Te llevaré a varios colegios para elijas aquel en el que la gente te parezca más amable.
Convencida la conejita, a la mañana siguiente visitaron una escuela con una pinta espantosa. Tanto, que junto a la puerta había un vendedor de púas de erizo en llamas, tufo de mofeta y cuernos de toro.
- No entres ahí sin estas armas -dijo el vendedor-. Podría pasarte cualquier cosa.
Cony compró de todo y entró con mucho cuidado. Efectivamente, ahí no había nadie amable. Ni siquiera los cervatillos ni los koalas. Nadie le decía nada y Cony sentía que todos la miraban esperando el momento de atacarla. En toda la visita no tuvo ni un segundo de tranquilidad.
- ¡Qué escuela tan horrible, tía! - dijo cuando salieron.- Espero que la de mañana sea mejor.
Sin embargo, la cosa no parecía mejor en la segunda escuela. Otro vendedor vendía productos para protegerse. Le recomendó los dientes amenazantes y el caparazón guardaespaldas, y Cony se los puso y entró a la escuela esperando lo peor…
Pero nada más entrar un pequeño erizo se acercó a saludarla y se mostró muy simpático. Al poco un mono llegó sonriendo y le dio un gran abrazo. Así fue recorriendo la escuela rodeada de animales encantadores.
Pero Cony era muy lista, y pronto descubrió algo raro.
- Tía. Este lugar se parece mucho a la escuela que visitamos ayer. Y a alguno de estos animales ya lo he visto antes… Creo que todo esto es una trampa, ¡se hacen los simpáticos para atacarnos!
- Pero qué lista eres, sobrina - dijo Eleonora- no hay forma de engañarte. Pero no es ninguna trampa… mírate en ese espejo.
La conejita fue a mirarse. Los dientes amenazantes que había comprado no daban ningún miedo. Al contrario, parecía que Cony tenía una grandísima sonrisa. Además, detrás de su caparazón había un mensaje que decía “Me encantan los abrazos” y un pulgar hacia arriba. La verdad es que tenía un aspecto adorable.
- Mira ahora la foto que te hice ayer- siguió su tía, mostrándole la pinta que tenía con sus púas de erizo encendidas, su cara seria y su cuerno de toro.
- Vaya. Dan ganas de salir corriendo solo de verme - dijo Cony.
- Y eso es lo que pasó, cariño. Ayer no fueron amables porque tú no parecías nada amable. Pero hoy, esos mismos niños están encantados de estar y jugar contigo porque pareces mucho más simpática…
Cony entendió enseguida la trampa de su tía, y fue corriendo a ver al vendedor de la puerta, que no era otro que su papá disfrazado. Le dio un gran beso y le dijo:
- Gracias, papá, ya no tengo miedo de ir al cole. Ahora sé que yo misma puedo ayudar a que todos sean mucho más amables conmigo.
Eso sí, por si acaso, guardó en un bolsillo sus dientes amenazantes, por si algún día le costaba un poco más sonreír.

viernes, 4 de agosto de 2017

UNA PLAYA SORPRESA


Valor Educativo Actitud positiva
Idea y enseñanza principal Se puede tener buen carácter a pesar de las dificultades o aunque nos ocurran cosas que nos disgustan
Ambientación Una playa
Personajes Una niña y un cangrejo


No había nadie en aquella playa que no hubiera oído hablar de Pinzaslocas, terror de pulgares, el cangrejo más temido de este lado del mar. Cada año algún turista despistado se llevaba un buen pellizco que le quitaba las ganas de volver. Tal era el miedo que provocaba en los bañistas, que a menudo se organizaban para intentar cazarlo. Pero cada vez que creían que lo habían atrapado reaparecían los pellizcos unos días después, demostrando que habían atrapado al cangrejo equivocado.
El caso es que Pinzaslocas solo era un cangrejo con muy mal carácter, pero muy habilidoso. Así que, en lugar de esconderse y pasar desapercibido como hacían los demás cangrejos, él se ocultaba en la arena para preparar sus ataques. Y es que Pinzaslocas era un poco rencoroso, porque de pequeño un niño le había pisado una pata y la había perdido. Luego le había vuelto a crecer, pero como era un poco más pequeña que las demás, cada vez que la miraba sentía muchísima rabia.
Estaba recordando las maldades de los bañistas cuando descubrió su siguiente víctima. Era un pulgar gordísimo y brillante, y su dueño apenas se movía. ¡Qué fácil! así podría pellizcar con todas sus fuerzas. Y recordó los pasos: asomar, avanzar, pellizcar, soltar, retroceder y ocultarse en la arena de nuevo. ¡A por él!
Image result for CANGREJOPero algo falló. Pinzaslocas se atascó en el cuarto paso. No había forma de soltar el pulgar. El pellizco fue tan fuerte que atravesó la piel y se atascó en la carne. ¿Carne? No podía ser, no había sangre. Y Pinzaslocas lo comprendió todo: ¡había caído en una trampa!
Pero como siempre Pinzaslocas estaba exagerando. Nadie había sido tan listo como para prepararle una trampa con un pie falso. Era el pie falso de Vera, una niña que había perdido su pierna en un accidente cuando era pequeña. Vera no se dio cuenta de que llevaba a Pinzaslocas colgado de su dedo hasta que salió del agua y se puso a jugar en la arena. La niña soltó al cangrejo, pero este no escapó porque estaba muerto de miedo. Vera descubrió entonces la pata pequeñita de Pinzaslocas y sintió pena por él, así que decidió ayudarlo, preparándole una casita estupenda con rocas y buscándole bichitos para comer.
¡Menudo festín! Aquella niña sí sabía cuidar a un cangrejo. Era alegre, divertida y, además, lo devolvió al mar antes de irse.
- Qué niña más agradable -pensó aquella noche- me gustaría tener tan buen carácter. Si no tuviera esta patita corta…
Fue justo entonces cuando se dio cuenta de que a Vera no le había vuelto a crecer su pierna, y eso que los niños no son como los cangrejos y tienen solo dos. Y aún así, era un encanto. Decididamente, podía ser un cangrejo alegre aunque le hubieran pasado cosas malas.
El día siguiente, y todos los demás de aquel verano, Pinzaslocas atacó el pie de Vera para volver a jugar todo el día con ella. Juntos aprendieron a cambiar los pellizcos por cosquillas y el mal carácter por buen humor. Al final, el cangrejo de Vera se hizo muy famoso en aquella playa aunque, eso sí, nadie sospechaba que fuera el mismísimo Pinzaslocas. Y mejor que fuera así, porque por allí quedaban algunos que aún no habían aprendido que no es necesario guardar rencor y tener mal carácter, por muy fuerte que un cangrejo te pellizque…


Autor.. Pedro Pablo Sacristan

sábado, 1 de julio de 2017

FOMENTEMOS LA LECTURA ESTE VERANO

En casa

Haga tiempo para leer
Durante los agitados meses de verano, puede resultarles difícil a usted y a su hijo encontrar el momento para leer. Reserve un momento tranquilo del día para leer y recuerde incluir "tiempo para leer" cuando planee sus actividades de verano.
Tenga distintos tipos de materiales de lectura en la casa
Para estimular la lectura en casa, tenga material de lectura en toda la casa, como periódicos, revistas, folletos, etc. También tenga a mano elementos divertidos, por ejemplo, juegos de palabras, crucigramas o la sección infantil del periódico. 
Combata el aburrimiento con los libros
Ayude a su hijo a buscar libros que le resulten interesantes, ¡en especial los días de lluvia! Estos pueden ser libros de no ficción, libros de hechos divertidos, libros sobre manualidades, libros para hacer proyectos o libros de cocina con recetas que pueden hacer los niños. 
Lean en voz alta todos los días 
Trate de buscar un momento del día para leerles en voz alta a sus hijos, incluso a los más grandes. Leer en voz alta beneficia a los niños y los adolescentes, en especial a los que leen con dificultad. Lea en voz alta en distintos lugares, desde el vestíbulo hasta el parque. ¡Y no tema usar voces tontas y actuar los personajes! 
Incentive a sus hijos a aprender palabras nuevas
Enséñeles palabras nuevas a sus hijos todos los días. Conversen sobre el significado de las palabras y cómo se usan.
Escriban cada día
Tenga a mano material para escribir, como lápices, papel y ceras para que su hijo practique la escritura. Incentive a su hijo a escribir cartas o postales a sus amigos o parientes durante el verano, a llevar un diario, a hacer un cuaderno de recortes del verano o a escribir cuentos y poemas. Pídale ayuda a su hijo para hacer la lista de las compras o para copiar una receta.

martes, 20 de junio de 2017

UN ESTORNUDO MUY SANO



Valor Educativo Comida sana

Idea y enseñanza principal Las frutas y verduras son una parte 

fundamental de la alimentación y previenen muchos problemas de salud


Cuento 

- ¡A quién se le ocurre estornudar delante de un libro de magia! ¡Hala! ¡Todas

las letras volando! - gruñó mamá troll.

- Ahora que estábamos a puntito de encontrar el hechizo para volvernos

guapos… - se lamentó papá troll.

- ¿Qué tal han caído las letras? - preguntó Trolita - ¿Se puede leer el libro, han

 quedado desordenadas?

- Hummm, a ver, que vea… ¡peor!, no sirve para nada, se ha convertido en un

libro de recetas… ¡Grrrrr! ¡Pero qué mala suerte! - rugió papá troll tirando el

libro por la ventana.

Era normal que estuvieran enfadados. La familia troll había vivido una gran

aventura para conseguir aquel libro mágico. Era su única opción para dejar de

asustar a todos con su horrible aspecto. Pero un libro mágico es algo muy

delicado, y papá troll era tan bruto…

Estropeado el libro, tuvieron que aceptar su aspecto y seguir con su vida. Pero

 como no tenían más libros, la pequeña Trolita decidió quedárselo y preparar

algunas de sus recetas.

- ¡Puajjj! No nos gusta esto. A partir de ahora te comes tú sola los platos de ese

 libro - gruñeron papá y mamá troll.

Tiempo después pasó por allí un valiente caballero de brillante armadura. Al ver

 a Trolita junto a sus padres, gritó:

- ¡No temáis, princesa! ¡Yo os libraré de esos horribles trolls!

Por supuesto, fue el caballero el que no se libró de un buen porrazo. Estaba aún

 tendido en el suelo cuando Trolita vió el reflejo de la armadura. En su casa

habían roto todos los espejos hacía tiempo, así que sentía curiosidad. Se acercó

para mirarse, y no pudo creer lo que vio ¡Parecía una niña normal! Se miró

varias veces y sí, tenía que ser ella, pero ¿cómo había dejado de ser un troll?

El misterio no duró mucho. Pronto descubrieron que ninguno era un troll, pero

que comían tan pocas frutas y verduras que no veían bien, ni se curaban sus

heridas, ni nada de nada… ¡por eso tenían tan mala pinta! Y claro, en cuanto

Trolita había empezado a comer las recetas de aquel libro de verduras, se había

 quedado estupenda.

- Hubiéramos preferido la magia, pero dejar de parecer trolls comiendo tus

recetas tampoco nos costará tanto -terminaron diciendo los papás de Trolita.

 Claro que no les costó; enseguida se acostumbraron y les gustaban muchísimo.

 Y cuando se hubieron aprendido todas las recetas, buscaron algún niño

antiverduras para regalarle el libro y evitar que acabara teniendo pinta de troll.


Autor..Pedro Pablo Sacristan

lunes, 19 de junio de 2017

¡Qué bonito es escuchar un cuento !

Un Sultán soñó que había perdido todos los dientes. Después de despertar, mandó llamar a un sabio 

para que interpretase su sueño. “¡Qué desgracia, Mi Señor! Cada diente caído representa la pérdida de 

un pariente de Vuestra Majestad”, dijo el sabio. “¡Qué insolencia! ¿Cómo te atreves a decirme 

semejante cosa? ¡Fuera de aquí! ¡Que le den cien latigazos!”, gritó el Sultán enfurecido. Más tarde 

ordenó que le trajesen a otro sabio y le contó lo que había soñado. Este, después de escuchar al Sultán 

con atención, le dijo: “¡Excelso Señor! Gran felicidad os ha sido reservada. El sueño significa que 

sobrevivirás a todos vuestros parientes”. Se iluminó el semblante del Sultán con una gran sonrisa y 

ordenó que le dieran cien monedas de oro. Cuando éste salía del Palacio, uno de los cortesanos le dijo 

admirado: “¡No es posible! La interpretación que habéis hecho de los sueños es la misma que el primer 

sabio. No entiendo porque al primero le pagó con cien latigazos y a ti con cien monedas de oro. El 

segundo sabio respondió: “Amigo mío, todo depende de la forma en que se dice. Uno de los grandes 

desafíos de la humanidad es aprender a comunicarse. De la comunicación depende, muchas veces, la 

felicidad o la desgracia, la paz o la guerra. La verdad puede compararse con una piedra preciosa. Si la 

lanzamos contra el rostro de alguien, puede herir, pero si la envolvemos en un delicado embalaje y la 

ofrecemos con ternura ciertamente será aceptada con agrado.”


                                              LO QUE DES CON TERNURA SIEMPRE DURA

                              Alumnos de 5º de primaria.Maratón de cuentos 2017.Colegio Badiel

sábado, 17 de junio de 2017

MARATÓN DE LOS CUENTOS 2017

Ayer a las 17:00 horas comenzó el evento literario que rinde homenaje  al mundo de la lectura y

tradiciones orales de nuestra ciudad.Como es costumbre arraigada  nuestro colegio actúo en primer

lugar dejando el listón muy alto  (como siempre).Padres,abuelos ,profesores  y alumnos acudieron a

la cita desafiando  la amenaza cumplida del "MANOLO". Nos divertimos y otro año más.

En este enlace podéis ver la programación completa del  maratón 2017

                   http://www.maratondeloscuentos.org/maraton-cuentos-2017/




sábado, 20 de mayo de 2017

EL NACIMIENTO DEL LECTOR


 Tanto educadores como padres coinciden en apreciar la emoción entre misteriosa y sagrada que consume a los niños pequeños cuando están iniciando su aprendizaje lector. Ellos anhelan sumergirse entre la maraña de letras, símbolos y gráficos que conforman el contenido de un libro para  -como mamá y papá- poder entender la historia que cuentan sus páginas.

Entonces, si la escuela es la encargada de facilitar ese aprendizaje, ¿cuáles son los fallos del sistema que impiden a tantos niños adquirir un verdadero hábito lector? O, dicho de otro modo más radical: ¿por qué la escuela mata el apasionado empuje del niño hacia la lectura?

Hasta ahora aprender a leer consistía en demostrar al maestro que se era capaz de descifrar palabras y frases escritas en un libro. A nadie le interesaba lograr que al niño le resultara gratificante ese aprendizaje.

Otro error generalizado y determinante era la insistencia en la lectura en voz alta. Como si los adultos leyeran siempre de ese modo. La lectura interior, mental, parecía no valer para nada, tal vez porque reclama una verificación más compleja: la comprensión del texto.


Otro grave error es el libro de lectura, configurado por multitud de fragmentos breves de diversos textos, enlazados sin pies ni cabeza y que le dan al niño la impresión de haber leído muchas obras de muchos autores, cuando en realidad han interpretado sólo breves fragmentos. Está aprendiendo a leer sin libros.

Absurda es también la costumbre de que todos los niños deban leer el mismo libro, por la misma página y a la misma velocidad, convirtiendo el aprendizaje lector en un proceso estandarizado cuya finalidad última más bien parece ser crear "robots lectores", que verdaderos amantes de los libros.

 Estamos equivocados; el niño comienza su camino hacia la lectura y la escritura mucho antes de llegar a primria  Por intuición utiliza símbolos y aplica reglas que imagina subjetivamente y que le permiten relacionarse con los adultos. Irá verificando sus códigos personales comparándolos con los de su entorno, hasta conquistar nuestro código alfabético.

La primera experiencia fundamental para el niño sería ésta: como todavía no sabe ni leer ni escribir -estamos aún en infantil-, inventa una historia breve y sencilla; el maestro la escribe y la fotocopia. El niño lleva a casa "su obra" y sus padres repiten palabra por palabra lo que ha inventado. El niño descubre que sin estar presentes cuando él contó su historia, sus padres se la han repetido. Se produce el milagro de la lectura.

La segunda experiencia fantástica es la de la escucha: el niño, absorto, asiste a las maravillosas aventuras que le narra el adulto al leerle un cuento. Escuchar al adulto que lee, seguir las aventuras, imaginar imágenes fantásticas y encontrarse con personajes maravillosos... es una experiencia fundamental para todos los niños.

Esta labor la tendrían que desempeñar en un primer momento los padres, pero ante la imposibilidad o negativa de éstos a asumir este papel, la escuela ha de hacerse cargo de este reto, reservando momentos diarios en los que el educador empape a los niños de lecturas apasionadas y apasionantes.

Un niño que escucha un cuento establece con quien lee, a través de las imágenes que evocan las palabras, una relación de una intensidad difícilmente repetible y raramente superable.

Lo importante es que los niños puedan leer sus libros por el gusto de leerlos. Porque quien haya leído un libro con placer no tendrá inconveniente en completar una ficha que servirá de orientación a sus compañeros, o en comentar oralmente su experiencia, siempre que la ficha no se convierta en una condena y el comentario en un examen.

La lectura, como cualquier otro nacimiento, ha de ser un proceso natural, cargado de ternura, afecto y pasión.

C.E.I.P. BADIEL.- 20/05/2017.Enrique García.


 Basado en el artículo "El nacimiento del lector" de Francesco Tonucci, en CLIJ, nº 5, 1988. realizado por Kepa Osoro Iturbe

La manía de la rana rockera



Valor Educativo Aceptarse

Idea y enseñanza principal Aceptarnos tal como somos, sin caer en 

caprichos poco realistas, es el primer paso para sacar lo mejor de nosotros

mismos, evitar los complejos y construir una sana autoestima


Ambientación Varios conciertos y una peluquería

Personajes Una rana y un gato


La rana Paca cambió su vida el día que vio la televisión por primera vez. Era un

 concierto de rock, y la rana Paca quedó fascinada. Pero no por la música, sino

 por las melenas de los cantantes.

- ¡Oh! ¡Qué pelo tan largo y bonito! Yo quiero algo así, que se note que soy 

especial.

Pero Paca solo era una rana. No había ido a la escuela y ni siquiera sabía que 

las ranas no tienen pelo, así que pensó que el pelo le saldría si se dedicaba a 

dar conciertos. Su croar de rana no encajó bien ni con el rock, ni con la ópera, 

ni con el pop, pero ella siguió dando conciertos allá donde iba. Viajó por 

pueblos y ciudades, por el mar y la montaña, por calles y jardines… hasta que 

un día dio su recital en una peluquería.

Mientras cantaba sin que nadie supiera que allí había una rana, el peluquero

 cortaba el pelo a un cliente. Un largo mechón fue a caer precisamente sobre la

 cabeza de Paca y esta pensó, al verse con tanto pelo sobre su cabeza, que su

 sueño por fin se había hecho realidad.

Emocionada, cantó con tanta fuerza y entusiasmo que despertó a Fredo, el 

gato del peluquero. Este, al ver aquel montón de pelo en movimiento saltó 

sobre él y se lo zampó pensando que se trataba de un ratón.

A Paca no la salvó su largo pelo, ni su estilo musical. La salvó ser una rana, 

porque a Fredo no le gustó el tacto frío y resbaladizo de su piel y la escupió; 

pero las huellas de aquel ataque quedaron para siempre marcadas con 

grandes cicatrices en la piel de Paca. Y también en su memoria, pues así 

aprendió que ser rana tenía también su lado bueno.

A partir de ese momento Paca estudió todas las ventajas de ser rana y la mejor

 forma de aprovecharlas, y creó una escuela para ranas de la que salieron las

 ranas más habilidosas y felices.

Autor.. Pedro Pablo Sacristán

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domingo, 7 de mayo de 2017

Hospital Para Mamás Escacharradas

Valor Educativo Amor y gratitud

Idea y enseñanza principal Nunca deberíamos dejar de agradecer a nuestras madres todo lo que han hecho por nosotros no dejar de darles muestras de cariño

Ambientación Un hospital

Personajes Las mamás, una abuelita y los trabajadores de un hospita
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La vida en el Hospital Para Mamás Escacharradas era una verdadera locura.
- Acaban de traer a otra que está fatal. Su niño lleva cuatro días sin comer verdura.
- Ponedla ahí, junto a la mamá que había sido vomitada diez veces.
- No nos queda sitio, doctor, recuerde que ahí íbamos a poner a la mamá de los gemelos, los que se despertaban cada hora alternándose y no la dejaban dormir.
- Bueno, pues llevadla junto a la que jugaba al fútbol con los muñecos de peluche y la que cantaba canciones infantiles incluso dormida…
Y es que el hospital de mamás estaba a rebosar. Cada vez venían más mamás y con enfermedades más raras. Los médicos no encontraban curas: ni pastillas, ni inyecciones, ni vendas… nada funcionaba.
En medio de aquel ajetreo, llegó el ingreso más inesperado. Una viejecita muy arrugada que estaba fatal.
- Señora, este es un hospital de mamás, aquí no puede estar. Tiene que ir al hospital de abuelitas.
- ¡Que no! ¡Que me dejen! Estoy muy enferma y tengo que entrar aquí…
- Pero abuela…
- ¡Que no me llame abuela! Yo también soy mamá… ¡soy la mamá del director del hospital!
Y no mentía. Era la mamá del doctor Donoku Pado, un famosísimo médico para mamás, así que los médicos dedicaron todos sus esfuerzos a salvarla. Mil remedios, enfermeras, doctores, máquinas costosísimas… pero nada. La abuelita, mejor dicho, la mamá del director, se les moría. Tuvieron que interrumpir una reunión importantísima para avisar al director de que tenía que bajar rápido o no llegaría a ver viva a su mamá.
Este bajó un poco contrariado, pero al ver el estado de su mamá, tan enferma, hizo cuanto pudo para sanarla en el último momento. Tampoco sus intentos dieron resultado. Finalmente, viendo que la perdía, se lanzó a sus brazos, le dio un beso y le dijo:
- Gracias por todo lo que has hecho por mí.
Hasta aquel día había dudas sobre si el beso más curativo fue el del príncipe a Blancanieves, o quizás el que recibió la bella durmiente. Tonterías. Allí mismo descubrieron que ningún beso es tan poderoso como el de un hijo agradecido; la anciana madre del director se puso en pie de un salto con lágrimas de felicidad y dijo sonriente:
- Sinvergüenza, a ver si vienes a ver a tu madre más a menudo.
Tras asistir a aquel milagro, todos en el hospital se pusieron manos a la obra. Rápidamente llamaron a los hijos de las mamás que tenían ingresadas y los pusieron en fila para que les dieran un beso, un abrazo, o simplemente las gracias. Y todas se ponían buenas al instante, porque por mucho que sufrieran por sus hijos, nada les hacía más felices que recibir su cariño.
Y así, el hospital se quedó casi sin enfermas, porque los únicos casos de madres ingresadas eran los de aquellas cuyos niños se empeñaban en no ser cariñosos con ellas. Pero como son muy, muy poquitos, ahora el bueno del doctor Donoku tiene muchísimo más tiempo para ir a ver a su madre y mostrarle su cariño.


Autor..Pedro Pablo Sacristan