jueves, 4 de enero de 2024

EL HADA DE AÑO NUEVO

 

Juan y Matías eran dos hermanos de 7 y 8 años. Pero eran muy diferentes: Juan era amable y muy estudioso; Matías tenía un carácter más rebelde. Un día de diciembre, mientras jugaban, se les apareció un hada y les dijo:

- ¡He venido a traeros un regalo de Año nuevo! Aquí tenéis unos libros.

Cada hermano cogió uno de los cuentos, pero resulta que estaban en blanco como la nieve. ¡No había nada escrito! Juan, que era muy agradecido, se puso muy contento y le dio las gracias al hada. Pero Matías refunfuñó. Se enfadó tanto, que tiró el librito contra un charco de barro. Y al llegar a casa, lo usó para equilibrar la pata de una mesa que estaba un poco coja.


 Pasó un año entero, y de nuevo apareció el hada. Esta vez, les pidió que le enseñaran los libritos que les había entregado el año anterior. El libro de Juan estaba como nuevo. El de Matías, todo sucio. Entonces les dijo que echaran un vistazo a las hojas de los libros. El cuadernillo de Matías estaba lleno de borrones. No se entendía nada. Sin embargo, las de su hermano estaban llenas de hermosas letras de oro.

- Matías - le dijo el hada - Todos esos borrones son de los momentos en los que NO te portaste bien con los demás. Cuando discutiste con tu hermano, cuando pegaste a tu amigo, cuando desobedeciste a tu madre... Tu hermano, sin embargo, ha sido bondadoso, y por eso su libro está escrito con letras de oro. Juan, las letras de oro son por cada vez que diste un beso a vuestra madre o cuando le dejaste tus juguetes a tu hermana. Aquel día que ayudaste en clase a tu compañero o ese otro en el que ayudaste a cruzar a un anciano.

Juan quería quedarse con su libro. ¡Era tan bonito! Pero el hada dijo que no podía ser, porque aquellos libros tenían que ir a la biblioteca del Padre Tiempo, quien anotaba cada año qué niños habían sido buenos y cuáles se habían portado mal.

A cambio, el hada del Año Nuevo les ofreció dos libros nuevos, ambos con las páginas en blanco. Matías había aprendido la lección, y prometió al hada que su libro estaría lleno de letras doradas al año siguiente. Juan aseguró que intentaría mejorar más. El hada se despidió muy contenta de ellos con un ¡Feliz año nuevo!