miércoles, 8 de marzo de 2023

EL PRINCIPE CENICIENTO

 

El príncipe Ceniciento no parecía un príncipe, porque era bajito, pecoso, sucio y delgado. Tenía 3 hermanos grandullones y peludos que siempre se burlaban de él. Estaban siempre en la disco palacio con unas princesas que eran sus novias. Y el pobre Príncipe Ceniciento siempre en casa, limpia que te limpia lo que ellos ensuciaban.

– ¡Si pudiera ser fuerte y peludo como mis hermanos!- Pensaba junto al fuego, cansado de trabajar.

El sábado por la noche, mientras lavaba calcetines, un hada cochambrosa cayó por la chimenea.

-Se cumplirán todos tus deseos- dijo el hada.

-Zis Zis Bum, Bic Bac Boche, esta lata vacía será un coche. ¡ Bif, Baf bom, bo bo bas, a la discoteca irás!

-¡Esto no marcha!- dijo el hada. Había creado un coche de juguete diminuto, y el príncipe no se había movido de la cocina…

Captura de pantalla 2016-02-12 a las 13.07.57-¡Dedo de rata y ojo de tritón salvaje, que tus harapos se conviertan en un traje!- grito el hada, pero solo consiguió un ridículo bañador de rayas para el príncipe.

-Bueno… ahora cumpliré tu deseo más importante. ¡Serás fuerte y peludo a tope!

Y vaya si era Ceniciento grande y peludo: ¡Se había convertido en un mono!

-¡Jolines!-dijo el hada. -Ha vuelto a fallar, pero estoy segura que a media noche se romperá el hechizo…

Poco se imaginaba el Príncipe Ceniciento que era un mono grande y peludo por culpa de aquel error. ¡Él se veía tan guapo! Y así fue corriendo a la discoteca.

El coche era muy pequeño, pero supo sacarle provecho. Pero al llegar a aquella disco de príncipes, ¡era tan grande que no pasaba por la puerta!. Y decidió volver a casa en autobús. En la parada había una princesa muy guapa.

-¿A qué hora pasa el autobús?- Gruñó, asustando a la princesa.

Por suerte, dieron las doce  y el Príncipe Ceniciento volvió a ser como antes. La princesa creyó que la había salvado ahuyentando a aquel mono peludo.Captura de pantalla 2016-02-12 a las 13.03.51

-¡Espera!- gritó ella, pero el Principe Ceniciento era tan tímido que ya había echado a correr. ¡Hasta perdió los pantalones!

Aquella princesa resultó ser la rica y hermosa Princesa Lindapasta. Dictó una orden para encontrar al propietario de los pantalones. Príncipes de lejanas tierras intentaron ponérselos, pero los pantalones se retorcían y nadie lo conseguía. Como era de esperar, los hermanos del Príncipe Ceniciento se peleaban por probárselos.

-Que se los pruebe el,-ordeno la princesa, señalando al Príncipe Ceniciento.

-Este mequetrefe no podrá ponérselos- se burlaron sus hermanos… ¡Pero lo consiguió! La Princesa Lindapasta se le declaró al punto. El Príncipe Ceniciento se casó con la Princesa Lindapasta y fueron ricos y felices por siempre jamás.

La Princesa Lindapasta habló con el hada de los tres peludos… y esta los convirtió en hadas domésticas. Y en adelante, les tocó hacer las labores de la casa, por siempre jamás.

¡Esperemos que os haya gustado este mini cuento!