martes, 14 de febrero de 2017

ALBERTINA CRUZAMUNDOS

Valor Educativo Controlar la impulsividad

Idea y enseñanza principal Las cosas salen mejor y se pueden disfrutar mucho más cuando se preparan y viven con un poco de calma y tranquilidad

Ambientación El mundo mágico

Personajes Una niña y sus mascotas mágicas


Cuento 
Albertina era una niña imparable. Ni ella misma sabía pararse. A todas partes iba corriendo, si algo se le ocurría lo hacía al momento.
- ¡Cuidado que voy! - gritaba al cruzar el reino mágico a toda velocidad.
- Algún día a esta chica le va a pasar algo - decían las hadas del lago.
- O hará daño a alguien- respondían las hechiceras del bosque.
Acertaron las hadas del lago, y en una de sus locas carreras tropezó con un gigante y se rompió una pierna. El golpe fue tan fuerte, y tuvo tan mala suerte, que ya no pudo volver a correr rápido.
Albertina estuvo tan triste que sus padres, magos de primer nivel, decidieron regalarle un veloz pony hecho de golosinas para que volviera a recorrer el reino.
- ¡Genial¡ Ahora además de ser rápida comeré los dulces que quiera. ¡Arre, Arcoiris, vamos a cruzar el lago!
Albertina, tan impulsiva e impaciente como era, arrancaba pequeñas golosinas al pony Arcoiris mientras montaba. Al principio apenas se notaba, pero con el tiempo el precioso pony empezó a verse mordisquedado por todas partes.
- Ese pony va demasiado rápido- decían los druidas.
- Está demasiado delgado, un día se rompe - respondían las ninfas.
Y acertaron las ninfas, porque mientras cabalgaba a toda velocidad, Albertina arrancó la oreja izquierda del pony de un solo mordisco. Este perdió el equilibrio y las pocas golosinas que le quedaban saltaron por los aires.
Albertina acabó incluso peor que la vez anterior. Sus padres sintieron lástima y le regalaron un gran dragón de chocolate. Pero nuevamente Albertina no supo controlarse, y sus ansias por correr y por comer dulces acabaron con ella gravemente accidentada y el dragón convertido en pepitas de chocolate para el desayuno.
La niña volvió a sus lamentos.
- Está muy triste - decía su madre. - Habrá que regalarle algo.
- De acuerdo, pero esta vez algo distinto.
- Sí, algo con lo que no se pueda romper la cabeza, y que le ayude a comer más sano.
Y Albertina recibió un caracol de espinacas, su comida más odiada.
Lloró, gritó, pataleó, protestó y volvió a patalear. Pero no sirvió de nada. Su medio de transporte, su mascota, su mejor amigo, sería desde entonces un caracol de espinacas. Le tocó preparar bien sus viajes, organizar sus comidas y pensarlo todo antes de ponerse en marcha. Al principio se impacientaba por dedicar tanto tiempo a aquellas cosas, pero pronto descubrió que también disfrutaba preparando los mejores momentos, y que eso le ayudaba a vivirlos a tope. Aprendió a apreciar la pausa de su caracol. Ya no le parecía un animal tonto, y ya no tenía ganas de hacer cualquier cosa sin pensarla: todo era mucho más bonito con un poquitín de calma.
Y ahora, cuando cruza el reino mágico a lomos de su caracol, sí tiene tiempo para oír lo que dicen hadas, hechiceras, druidas y ninfas:
- Esta niña llegará lejos. Despacio, pero lejos.
Esta vez, seguro, aciertan todos.

AUTOR :PEDRO PABLO SACRISTAN

domingo, 12 de febrero de 2017

LOS MENTIRUKIS

Los mentirukis no siempre se llamaron así. No es que se pasaran la vida contando mentiras, sólo las utilizaban de vez en cuando para engañar a los viajeros y quedarse con sus joyas. Eso fue lo que les condenó, pues sin saberlo, tramaron un engaño contra un gran mago. Y éste, al descubrirlo, lanzó una gran maldición sobre todos los del pueblo: ni un solo día podrían acostarse sin haber dicho una mentira.
No parecía una maldición tan terrible, teniendo en cuenta que sólo se trataba de una mentira al día, pero sus efectos resultaron desastrosos. ¡Todos mentían todos los días! Así que no había manera de fiarse de ellos, ni de saber si hablaban en serio, si irían donde decían o pagarían lo que prometían. Los engaños y enfados entre ellos eran constantes, y el ambiente en el pueblo se volvió insoportable. Finalmente, se acostumbraron a todo aquello, y los mentirukis, que así empezaron a llamarles, se ganaron la peor fama del mundo, pues además de mentirosos, se les consideraba tramposos y ladrones. Y así siguió siendo durante siglos...
Panta fue el primer mentiruki que trató de liberarse de la maldición . Le parecía increíble que una sola mentira al día pudiera provocar aquel caos , y
buscó por todas partes la forma de pararlo. Consultó los grandes libros de la magia, habló con guardianes de la luz y suplicó ayuda a las brujas negras, pero todo era inútil: sólo el mago que inició la maldición tenía poder para terminarla.
Panta no se rindió, pues deseaba con todas sus fuerzas poder tener amigos de los que fiarse, y conseguir que ellos también pudieran fiarse de él. Y entonces, se le ocurrió un experimento: ¿qué pasaría si sólo decía mentiras?
Cuando probó su idea, algunos pensaron que se había vuelto loco, pero no tardaron en comprender qué era lo que pretendía, y en unos pocos días, Panta se convirtió en el primer mentiruki en quien se podía confiar. Y aquello resultó ser un alivio para el resto de los mentirukis, pues llevaban toda la vida deseando tratar con alguien que no fuera a mentirles en cualquier momento. Todos confiaban a Panta sus negocios y temas importantes, y antes de darse cuenta, Panta el Sincero se había convertido en el más famoso y querido de los mentirukis. Viendo las ventajas que tenía la vida desde el lado honrado, y hartos de su mentira de cada día, los mentirukis comenzaron a seguir el ejemplo de Panta, y se pasaron al grupo de los que hablaban al revés, y todo lo que decían era mentira.

Así siguieron viviendo los mentirukis durante muchos años, hasta que aquella historia se transformó en leyenda y luego se olvidó. Y el único recuerdo que quedó de la maldición fue un extraño idioma que parecía hablarse al revés, y un cuidado muy especial por no decir ni una sola mentira, pues nadie mejor que los mentirukis sabe que hasta las más pequeñas mentiras tienen poder para estropearlo todo.

No existen mentiras pequeñas; todas las mentiras conducen a lo mismo y son fuente de                                                                   problemas y complicaciones

sábado, 4 de febrero de 2017

ACTIVIDADES DE LA BIBLIOTECA PÚBLICA DE GUADALAJARA FEBRERO 2017

La actividad del Seminario de Literatura Infantil y Juvenil tiene doble protagonismo en la programación de febrero. Por un lado, nos invita a disfrutar de la Exposición de los carteles presentados al concurso para el Maratón de los Cuentos de 2017, de entre los que saldrá el cartel anunciador de este año, que tendrá por tema Oriente. Por otro, recupera el tradicional Corro de los cuentistas, una invitación a compartir historias, que fue la prehistoria y el germen del actual Viernes de los cuentos.
Te recordamos, además, varias propuestas para público familiar.
Nuestra cita mensual con La Hora del Cuento nos trae esta vez Pollopopoesía, un espectáculo donde se mezclan narración oral, poesía, música y dibujo animado. La sesión estará cargo de Dani Orviz, una de las sensaciones del último Maratón, y Cristina Gargo. También podéis contemplar y recordar lo que fue la última Noche Mágica de la Biblioteca con la muestra de fotografías realizadas con ese motivo, que estarán expuestas en la sala infantil.