Valor Educativo Estudio y lectura
Idea y enseñanza principal 
  Desarrollar el gusto por el estudio y el aprendizaje proporcionará una vida mucho más interesante y llena de oportunidades
Ambientación   
  Un barco pirata
Personajes   
  Un capitán pirata y uno de sus marineros
No quieras saber cómo Tom Cabeza Vacía llegó a ser pirata. Resulta 
que él odiaba ir al colegio, y tener que estudiar y hacer deberes, así 
que cuando el famoso capitán pirata Barbadepega pasó por su ciudad 
buscando jóvenes marineros aspirantes a ser piratas, Tom se apuntó el 
primero. Y es que en el barco de Barbadepega había que dedicar todo el 
tiempo a buscar tesoros, y si se encontraba a alguien estudiando o 
leyendo se le encerraba en el cuarto de las ratas para ser devorado por 
ellas.
Así fue como Tom inició su vida de pirata buscatesoros. Pero era una 
vida difícil. Trabajaban duro limpiando y cuidando el barco y, además, 
los mapas que encontraban llevaban siempre a pequeños tesoros. Y después
 de repartirlos apenas conseguían lo suficiente para comprar un poco de 
comida y algo de ropa, así que eran mucho más pobres que ricos. Eso sí, 
Barbadepega les animaba constantemente con promesas de grandes tesoros y
 canciones que recordaban que en aquel barco no hacía falta leer ni 
estudiar.
Pero un día alguien del barco le robó a Tom la poca comida que le 
quedaba, y dos días después sintió tanta hambre que decidió entrar al 
cuarto de las ratas para comerse una. Nadie se atrevía a acercarse allí,
 y Tom lo hizo de noche y a escondidas. Pero, al entrar, no encontró ni 
una sola rata, sino un cuarto secreto, limpio y recogido, lleno de… 
¡libros! Entonces oyó unas voces que se acercaban y solo pudo esconderse
 y escuchar…
Cuando salió del falso cuarto de las ratas Tom estaba furioso. 
Barbadepega y su contramaestre eran unos estafadores. Estudiaban y leían
 sobre antiguos y fabulosos tesoros, pero los buscaban a escondidas de 
todos y se los quedaban para ellos. Para sus marineros solo dejaban 
ridículos tesoros que ellos mismos escondían de vez en cuando. Pero no 
era esto lo que más enfadó a Tom: lo que de verdad lo llenó de rabia fue
 oír cómo Barbadepega se reía de sus incultos marineros y sus cabezas 
vacías, de lo fácil que era engañarles, y de lo tontos y pobres que 
seguirían siendo siempre por haber dejado los estudios para irse con un 
pirata.
Aquello espabiló a Tom que, desde ese momento, esperaba cada noche a 
que todos durmieran para visitar el cuarto de las ratas, donde pasaba el
 tiempo estudiando todo tipo de libros. Pronto se dio cuenta de que 
aprendiendo sobre tantas cosas se le ocurrían mejores ideas, y 
encontraba formas de hacer casi todo mejor y más rápido, aunque él 
disimulaba comportándose como el más tonto de los marineros. Y cuando, 
al cabo de algunos años, comprobó que ya era capaz de averiguar dónde se
 escondían los tesoros, incluso antes que Barbadepega, decidió abandonar
 el barco pirata. Justo una semana después, ocurrió lo inimaginable: por
 primera vez alguien se adelantó a Barbadepega, y cuando este llegó el 
tesoro ya no estaba. En su lugar solo encontraron una calavera hueca de 
sonrisa burlona, colocada sobre una montaña de libros.
Aquel se convirtió en el escudo de Tom Cabeza Vacía que, con lo que 
ganó con su primer tesoro, compró su propio barco y buscó su propia 
tripulación. Pero, al contrario de lo que hacía Barbadepega, él solo 
admitía gente estudiosa. Y, en lugar de engañarles, les animaba a buscar
 los tesoros con él, y compartía con ellos la mayor parte de lo que 
conseguían. El resultado fue que, entre tanta gente sabia, encontraban 
los tesoros mucho antes, y el malvado Barbadepega solo llegaba a tiempo 
de encontrar cabezas vacías y burlonas cada vez que intentaba descubrir 
un nuevo tesoro. Y ni sus más pegadizas canciones, ni sus más exageradas
 promesas, pudieron impedir que todos sus marineros le abandonaran para 
retomar sus estudios y tratar de conseguir una plaza de pirata sabio en 
el famoso barco de Tom Cabeza Vacía.
Autor.. Pedro Pablo Sacristan